¿Qué hace que una sonrisa sea o parezca más sana? Prácticamente todo el mundo dice que tener unos dientes blancos, y aunque la tonalidad natural de los dientes no es un blanco intenso, es signo de salud y belleza. Por ello han surgido infinidad de mitos y nuevas fórmulas naturales (y no tan naturales) sobre cómo conseguir blanquear los dientes sin tener que pasar por la consulta del dentista, ¿son ciertos estos trucos? Por desgracia la mayoría no, y lo peor de todo es que algunos de ellos lo que hacen es empeorar tu salud oral. La Asociación Dental Americana (ADA) ha recogido los más extendidos y explicado sus peligros:
Internet es el gran campo de batalla de los profesionales de la odontología. Hay muchos blogs con remedios caseros para auto-realizarse blanqueamientos dentales en casa que prometen los mismos resultados (incluso mejores) que los que se realizan en las clínicas dentales.
La respuesta es tajante, ¡ES TOTALMENTE FALSO!
El uso de bicarbonato, enjuagarse la boca con agua oxigenada y/o frotarse los dientes con cáscara de plátano o con un limón son algunas de las fórmulas caseras más conocidas para conseguir unos dientes blancos.
Se alega que frotando los dientes con limón o vinagre se aclara la tonalidad de los dientes. Pero la realidad es otra, y es que el ácido de estos alimentos puede volverse en nuestra contra y destruir el esmalte dental, lo que nos ocasionará más daño que beneficio.
Métodos domésticos que, además de no tener un efecto blanqueador, pueden ser perjudiciales para la salud. Por ejemplo, el bicarbonato, ya que es un producto abrasivo que, a la larga, provoca desgastes en el esmalte y, por ello, aumenta la sensibilidad dental. En el caso del limón, al ser una fruta ácida, daña el esmalte. Por otra parte, enjuagarse la boca con agua oxigenada no blanquea los dientes y tampoco es beneficioso para la salud.
Carbón activo: gracias a las redes sociales este método se ha extendido por todo el mundo. Un gran elenco de gurús de la belleza y la salud con canal de youtube e Instagram han compartido este dudoso método. En los vídeos y fotos animan a utilizar el carbón activo como si de una pasta de dientes de color negro se tratase y asegurando que se consigue un tono de dientes más blanco. ¿Qué hay de cierto? NADA.
Las pastas elaboradas a base de fresas y la piel del plátano tampoco tienen efecto blanqueante, aunque, a diferencia de los anteriores métodos, no revisten ningún efecto secundario dañino.
Aceites o especias: la cúrcuma o enjuagar los dientes con aceite de coco también se han puesto de moda para lograr unos dientes blancos y sanos, pero lo cierto es que no existe evidencia científica alguna que demuestre estos supuestos beneficios.
La ADA desaconseja totalmente esto ya que de momento no hay evidencia científica que sustente esto y no se sabe el poder de absorción de este elemento, y al final puede resultar contraproducente. Si es muy corrosivo al utilizarlo mucho se puede eliminar el esmalte y acabar con unos dientes más amarillos debido a que se expone la dentina, la capa amarillenta que recubre el esmalte dental.
Además, en España, está prohibido por ley vender directamente online a los pacientes productos blanqueadores. Si se hace desde una web en España o lo vende un comercio español es un delito, aunque se pueden comprar en el extranjero con el riesgo para la salud que supone. Y, además, todo blanqueamiento realizado en un lugar no autorizado (es decir, un lugar que no sea una clínica odontológica) puede tener graves consecuencias para nuestra boca. Se podrían dañar todos los dientes de forma severa.
En el mercado se pueden conseguir pastas dentífricas blanqueadoras, las cuales contienen abrasivos suaves que actúan sobre las manchas superficiales de los dientes. Muchas de estas pastas pueden llegar a contener químicos pulidores que brillan los dientes. Pero solo algunas cuantas contienen realmente agentes blanqueadores como el bicarbonato de sodio.
La importancia de realizarse un procedimiento de blanqueamiento dental por un experto radica en la idoneidad para aplicar los agentes químicos en la boca del paciente sin causar daños a sus nervios o pulpas dentales. Además, existe una serie de regulaciones vigentes que estandarizan la aplicación de químicos para que se suministren las cantidades adecuadas para no causar daños a los dientes ni al boca del paciente.
Una vez conocemos los mitos y las verdades del blanqueamiento dental, vale la pena conocer las diferentes técnicas que pueden ayudaros a tener una sonrisa más blanca:
Como valoración final, solo podemos decir que para tener una bonita sonrisa, lo más sensato será acudir a un profesional y no dejar la salud de nuestros dientes, nuestra boca y en general la nuestra propia en manos de internet.
Si necesitas más información o deseas devolver un tono más blanco a tus dientes ponte en contacto con nosotros.
Paula Charcos Castillo
Col. nº: 46003872
Odontóloga en Clivadent
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