La salud bucal cada vez parece estar más de moda en nuestra sociedad, sobre todo por motivos estéticos. Ya nadie concibe una persona como atractiva sin una bonita sonrisa que armonice su rostro. Es por ello que los tratamientos de ortodoncia y la utilización de brackets para conseguir una correcta y hermosa oclusión están a la orden del día. La búsqueda de la mordida perfecta se ha convertido en la meta de nuestros jóvenes, y los que ya no lo son tanto. Pero… ¿realmente es necesario tener una mordida perfecta?
¿Qué entendemos por mordida?
La mordida, también llamada oclusión, es la relación que establecen entre sí los dientes maxilares (arriba), con los mandibulares (abajo), cuando ambas arcadas entran en contacto. De esta mordida va a depender la correcta función masticatoria de nuestros dientes, entre muchas otras cosas.
¿A qué niveles afecta la oclusión (mordida) de nuestros dientes?
No solo la función masticatoria va a depender de la forma en que nuestros dientes se relacionan entre sí. Numerosos estudios han demostrado una relación directa entre la presencia de maloclusiones (oclusión anómala), y la aparición de problemas muscoloesqueléticos a nivel temporomandibular, así como una mayor tendencia a lesiones de espaldas y cervicales. Sin ir más lejos, en 2009, el Milán descartó el fichaje del futbolista francés Aly Cissokho por padecer una mal oclusión, ya que el equipo médico consideró que por ello el jugador tenía grandes riesgos de padecer problemas musculares en su columna vertebral.
¿Es posible conseguir una mordida perfecta? ¿Es necesario poseerla?
Actualmente, con el gran desarrollo de las técnicas de ortodoncia es posible conseguir, en muchas ocasiones, mordidas casi perfectas, tanto desde el punto de vista estético como funcional. No obstante, debemos de saber que el tener una oclusión perfecta no es requisito imprescindible para disfrutar de una correcta salud oral, lo realmente importante es conseguir una oclusión funcionalmente sana para nuestro organismo, y estéticamente armónica con el resto de nuestro cuerpo. Ya que no todas las personas tenemos las mismas necesidades estéticas. Cada paciente es un mundo.
En resumen, la sociedad debe ser conocedora que la ortodoncia, no solo se encarga de conseguir sonrisas bonitas, sino sobre todo de facilitar una adecuada oclusión, que nos permita una correcta función de nuestro sistema masticatorio, y un óptimo equilibrio musculoesquelético de todo nuestro organismo.