Llamamos “Carga Inmediata”, al procedimiento clínico de colocar unos dientes fijos provisionales, durante las primeras 48h después de haber colocado los implantes. Estos dientes, no le van a servir al paciente para masticar alimentos duros (deben estar 3 meses con dieta blanda), pero sí para devolver su estética, fonación y comodidad, hasta el momento de realizar las coronas definitivas.
Para poder llevar a cabo una carga inmediata, se deben de cumplir unas mínimas condiciones, como lograr un torque adecuado en la colocación de los implantes (que los implantes entren con fuerza), o que realmente vayamos a obtener un beneficio que supere los riesgos asociados a tal intervención. Es por ello que la aplicación de la carga inmediata suele utilizarse exclusivamente en zona estética (dientes anteriores), o en rehabilitaciones orales completas (cuando faltan todos los dientes de una o ambas arcadas).
Los beneficios de la carga inmediata son muchos, destacando la comodidad y calidad de vida que se le brinda al paciente des del primer día, evitando que se sienta acomplejado por la falta de dientes. También cabe destacar el importante papel moldeador que van a ejercer estos dientes provisionales sobre los tejidos blandos (encía), formando las papilas, y permitiendo que en la prótesis definitiva todo quede mucho más bonito y estético.
Pese a todas estas ventajas, todo paciente debe conocer que realizar una carga inmediata conlleva una serie de riesgos para la integración de los implantes, si no se controlan una serie de factores por parte del clínico, como el tabaco, la masticación, el torque de los implantes etc. Es por ello que no todos los pacientes ni todos los casos son idóneos para esta técnica, y es nuestro odontólogo/implantólogo el que debe valorar el caso y tomar la decisión oportuna.